ROBERTO KURI. 1935 – 2018.
Kuri decía que Oddone era el único docente que era capaz de enseñar con su sola presencia.
Kuri, en cambio, fue el único docente que conocimos que enseñó a través de la gracia.
¨En estado de gracia¨ suele decirse cuando alguien tiene algo que le permite hacer lo que hacemos todos, pero de un modo diferente, probablemente mejor.
¨Tiene algo ¨, decimos cuando alguien hace con naturalidad las cosas que al resto nos lleva un enorme esfuerzo hacer.
Un modo que fue a la vez diferente y natural es el que tuvo Kuri para proyectar, para enseñar, para entusiasmarse con nuestros bosquejos como si fueran propios, como diciéndonos:¨ ¿ Vos estás viendo el tesoro que yo veo allí?¨, hasta el punto de hacernos pensar que éramos capaces de mirar lo mismo que miraba él.
Seguramente les haya pasado alguna vez, lo mismo que nos pasó a nosotros: Sentirnos halagados por la amistad de alguien que, siendo notable, ha notado nuestra presencia en medio de todo.
Quienes lo conocimos y trabajamos a su lado, muchas veces nos sentimos así.
Nos enseñó a muchos, muchas de las cosas que ahora enseñamos. Es el secreto de la gracia lo que no nos pudo explicar.
Los docentes formados en su cátedra.